Por Juan Tomás Valenzuela
“Todavía no sabemos
de que coño se le acusa”,
declaró de forma obtusa
un leguleyo blasfemo.
Alegando que aún el memo
de la acusación no llega,
el despistado colega
dice que su defendido,
espera ser distendido
y salirse de esa brega.
Uno de los sinvergüenzas
que defienden a estos capos,
afirmó, privando en guapo,
que esto no es como se piensa.
Que la barra de defensa
está en desconocimiento
de todo el procedimiento
que se ha llevado hasta ahora,
y por lo tanto, se ignora
si esto es verdad o es un cuento.
La jueza de la oficina
de la Atención Permanente
dijo que estos delincuentes
del entorno de Medina,
a más de yerba y harina
y negocios de lavado,
estaban medio enredados
a un grupo de dembowseros,
que derrochaban dinero,
privando en acaudalados.
Si la defensa lambona
no sabe lo que ha ocurrido,
que le pregunte al ungido
o a la diputada Azcona,
quien sacando una borona
para el ñú de Arroyo Cano,
ella, su hijito y su hermano
se sumaron al cohecho,
que creían tener derecho
como todo buen Cristiano.
Juan de los Palotes
14 marzo 2022